FICValdivia realiza su primer anuncio de programación para edición 2022

La edición 29 del FICValdivia se celebrará entre el 10 y el 16 de octubre en la Región de Los Ríos. En premiere chilena, esta edición tendrá las películas chilenas “1976”, el debut como directora de Manuela Martelli; y “Proyecto Fantasma” de Roberto Doveris.

El 29° FICValdivia, que se celebrará del 10 al 16 de octubre del presente año, dio a conocer esta semana su primer anuncio de programación, con las películas que se suman a Mato Seco em Chamas, de Joana Pimenta y Adirley Queiros, previamente oficializada como Film de Apertura. El anuncio lo componen las cinco primeras películas que serán parte de la Selección Oficial Largometraje, además de los primeros homenajes y focos. 

La Selección Oficial Largometraje adelanta el estreno de Magnitika pedia, de Yorgos Goussis (Grecia); Zi hua xiang: 47 gong li tong hua, de Zhang Mengqi (China); Afterwater, de Dane Komljen (Alemania, España, Corea del Sur, Serbia) y de las chilenas 1976, de Manuela Martelli, y Proyecto Fantasma, de Roberto Doveris. 

Magnitika pedia es una obra construida desde la experimentación, con apenas una difusa línea argumental previa a sus quince días de rodaje y que descansa casi enteramente en la improvisación de sus actores. Rodado en Mini DV, formato en estos tiempos anti industrial, el filme narra el deambular de una bailarina que, hastiada de la rutina familiar y de los rigores de su disciplina artística, huye en un ferry para toparse con un personaje antagónico, un oficinista que va en camino a enterrar los restos de su tía. El atractivo del filme está en esa aparente contradicción entre la imposición de ciertos pies forzados en la realización y, a la vez, en las libertades suscitadas desde ahí, tanto en la interpretación, como en la soltura con que la historia parece no adherirse a ninguna configuración dramática específica, salvo el encuentro entre dos personajes que se unen en un camino común a partir de sus extremas diferencias. Es un filme que se sostiene casi exclusivamente en el desempeño de sus dos protagonistas y en la intensidad con que Yorgos Goussis incorpora el espacio físico no como un marco puramente geográfico, sino como un elemento dramático activo y fundamental en el devenir del relato.  

Zi hua xiang: 47 gong li tong hua, en tanto, es la última entrega del proyecto 47KM, serie de varios filmes documentales que la directora china Zhang Mengqi ha completado desde 2010 y en los que ha ido reconstruyendo y rescatando la memoria de las mujeres de su familia. Este nuevo filme conmemora diez años desde el inicio de la serie y en él Mengqui registra el proceso de construcción de una nueva casa familiar en donde las mujeres, a diferencia de sus filmes anteriores, intervienen como realizadoras, interactuando con los habitantes de la villa en la han vivido. 

Del bosnio Dane Komljen, FICValdivia había exhibido en su edición 23° su primer largometraje All the cities of the north y en la edición 24° su cortometraje Phantasiesätze. Ahora llega con su segundo largometraje Afterwater, que se construye progresivamente en los registros de documental, drama y experimental y que se organiza como un filme de indagación en el ecosistema en torno a los lagos de distintas partes del mundo, los que compara a partir de variables que escapan a lo puramente natural y que se expanden hacia lo cultural, lo identitario y poético.

1976, proyecto que Manuela Martelli desarrolló durante cerca de diez años, se estrenó internacionalmente en la Quincena de Realizadores en el pasado Festival de Cannes y narra el encuentro, en los primeros años de la dictadura de Pinochet, entre una mujer de clase alta y un joven militante de izquierda herido a bala al que ella acepta cuidar y ocultar de la DINA. Para la mujer significa la irrupción de la violencia política en su vida acomodada y despreocupada, en tanto ella ha abandonado Santiago específicamente para supervisar los trabajos de reacondicionamiento de su casa en la costa y la aparición del joven supone un cambio en su conciencia de mujer adulta y despolitizada.

Si bien la historia surge de los recuerdos familiares de la propia cineasta, hay en el filme un equilibrio entre la dimensión histórica y en la reconstrucción del clima social en los años más duros de la represión de Pinochet, y la manera en que Manuela Martelli proyecta la cinta a partir de la compleja constitución psicológica de su protagonista.

Proyecto Fantasma es el primer largo de ficción que Roberto Doveris completa desde el exitoso paso de Las Plantas por el Festival de Cine de Berlín en 2016, y tiene la impronta de una película hecha por el puro placer de filmar. La cinta se centra en Pablo, un joven actor que a sus treinta años se gana la vida como paciente simulado mientras intenta cumplir su ambición de trabajar en cine. Con su oficio precario y mal remunerado la situación de Pablo es igualmente inestable en lo afectivo: acaba de terminar con su pareja y se ha quedado sólo en su departamento. En ese escenario, y al igual que en Las Plantas, el relato de Doveris comienza a acercarse al cine fantástico sin abandonar la comedia y desde una perspectiva cotidiana y descriptiva en relación con las expectativas y desilusiones de la generación a la que el director pertenece.

Homenajes a 100 y 50 años

La sección homenajes FICValdivia anuncia la reposición de dos filmes claves de la historia del cine: Nanook el Esquimal, el célebre filme de Robert Flaherty que acaba de cumplir un siglo desde su estreno, y Reminiscencias de un Viaje a Lituania, obra clave de Jonas Mekas, padre del cine independiente estadounidense, que en octubre de este año cumplirá cinco décadas desde su primera exhibición en el Festival de Cine de Nueva York de 1972.

Ambas películas se acercan a una dimensión exploratoria desde la no ficción, la primera desde el registro de la cotidianidad de una familia de esquimales en Alaska y la segunda como un trayecto de reencuentro con las raíces culturales del cineasta.

Nanook el esquimal fue el resultado de años de exploración que el director había realizado en la zona cercana a la frontera con Canadá, especialmente en la Bahía Hudson, y fue también el fin de un proceso de aprendizaje que Flaherty había iniciado como aficionado en 1913 y que logró concretar sólo a partir de 1920, cuando pudo reunir financiamiento para concretar este primer largometraje que registra la vida cotidiana de su protagonista junto a su mujer, sus hijos y sus perros. Nanook el esquimal consolidó una veta realista en los primeros años del cine, verificó la intensidad dramática y emocional contenidos en la cotidianidad y en la acción física de sus personajes y, especialmente, fue el inicio de un cine de observación etnográfica que alcanzaría dimensiones políticas a partir de la obra que Jean Rouch comienza a realizar a fines de los años cincuenta.

En un extremo opuesto en lo formal se encuentra el filme de Mekas, inmigrante lituano que llegó a Estados Unidos junto a su hermano Adolfas a mediados de los años cuarenta y que desde entonces se convirtió en cronista y, a la vez, impulsor de la escena cinematográfica independiente en Estados Unidos. Reminiscencias de un viaje a Lituania es un ajuste de cuentas con la herencia del realizador, quien en este filme retrata, en un formato emparentado con el diario personal de viajes, impresiones, encuentros y recuerdos organizados tanto a partir de un abundante material de archivo personal, como de las imágenes captadas en este regreso a su hogar europeo. Como en su anterior Walden: Diaries, Notes and Sketches, realizada tres años antes, Mekas reincide en la combinación de texturas cinematográficas y en la articulación azarosa de las imágenes, en donde no siempre es la voz pastosa del director lo que las articula, sino también relaciones visuales mucho más sutiles y hermosas.