El legado claro-oscuro del expresidente Sebastián Piñera

Falleció el expresidente Sebastián Piñera en la localidad de Lago Ranco, el día 6 de Febrero, en circunstancias que impactan y conmocionan. Durante el transcurso de los próximos días tendremos mayor conocimiento de los antecedentes y causas del accidente, mientras el país se prepara para los funerales de Estado que ha comunicado la Ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá.

Todo ello mientras aún continúan las arduas tareas de contención de incendios forestales en distintas zonas del país, y en especial los esfuerzos nacionales para ir en ayuda de las miles de personas que perdieron a sus seres queridos, hogares y bienes en la Región de Valparaíso, víctimas de una de las tragedias más importantes en la historia de Chile.

Los funerales y despedidas al expresidente Piñera tendrán las características que corresponden a un exmandatario, y resultan comprensibles las distintas manifestaciones de empatía, afecto y solidaridad hacia su familia, más aún atendidas las condiciones en las que ocurrió el deceso. Circunstancias, que por trágicas arriesgan conducir a recuentos políticos incompletos que atiendan la parte llena del vaso, soslayando (al menos por un tiempo) su parte vacía.

Circunstancias, que por trágicas arriesgan conducir a recuentos políticos incompletos que atiendan la parte llena del vaso, soslayando (al menos por un tiempo) su parte vacía

Y es que la vida pública de Sebastián Piñera tiene claros, pero también tiene oscuros, y es de toda justicia retratar al exmandatario en su total dimensión, sin obviar la discrecionalidad con que los distintos rincones del mundo político puedan o quieran interpretar su historia.

Sebastián Piñera Echenique, nacido en el seno de una familia demócratacristiana, se especializó en Economía en la Universidad Católica y luego en la Universidad de Harvard. Tempranamente se dedicó a los negocios, y en poco tiempo logró amasar una considerable fortuna estimada por la Revista Forbes en $1200 millones de dólares en el año 2017. Pero el accionar en el mundo privado de Sebastián Piñera no estuvo exento de polémicas.

En 1982 un tribunal lo condenó y encargó reo por fraude contra el Banco de Talca, en circunstancias de haber prestado millonarias sumas a empresas de papel, reinvirtiendo el dinero en el banco, y capitalizando de manera ficticia a la entidad. Años más tarde, sus ex socios de Bancard lo acusaron de engaño y apropiación indebida del negocio.

no es plausible hablar de un temprano e irrestricto respeto a la democracia en circunstancias que en su actuar privado doblegó reglas e instituciones económicas.

Asimismo, en 2009 Piñera fue multado por la Superintendencia de Valores y Seguros por haber comprado 3 millones de acciones de LAN usando información privilegiada, debiendo pagar $363 millones de pesos en multas. Y aunque es efectivo que el expresidente realizó su primera incursión política haciendo pública su opción por el “No” para el plebiscito de 1988, no es plausible hablar de un temprano e irrestricto respeto a la democracia en circunstancias que en su actuar privado doblegó reglas e instituciones económicas.

El episodio de la radio Kioto o “Piñera Gate”, ocurrido en 1993, en la que se dio a conocer una grabación privada donde el  expresidente le solicitó a su amigo y ex embajador Pedro Pablo Diaz influir en los moderadores de un programa de televisión, con el objetivo de hostigar a su contrincante Evelyn Matthei. El hecho terminó por dinamitar sus aspiraciones presidenciales, pero no puede borrarse con el codo.

Tampoco debe borrarse sus esfuerzos por liderar con éxito una corriente liberal al interior de Renovación Nacional, que lo llevaron a ser Senador, presidente del Partido y candidato presidencial en tres ocasiones, triunfando en dos de ellas. En efecto, Sebastián Piñera le enseñó a la derecha cómo ganar el voto popular, logrando ser el primer presidente de derecha electo desde Jorge Alessandri (1958 - 1964).

Sebastián Piñera, septiembre de 2005. Fotografía: MARTIN BERNETTI/AFP

Como toda gestión presidencial, los mandatos de Sebastián Piñera no estuvieron exentos de dificultades, pero también cosecharon logros importantes, incluso a contra corriente de su propio sector político. En su primer Gobierno, Sebastián Piñera logró encabezar con éxito la reconstrucción del país después del 27F, logró consolidar un crecimiento económico que promedió un 5,4% anual, la Ley Zamudio, el cierre del penal Cordillera, y, contra todo pronóstico, lideró las acciones que condujeron al rescate de los 33 mineros en la mina San José, desoyendo a quienes le aconsejaron no involucrarse ante los probables costos políticos que le significarían un fatídico desenlace del accidente ocurrido en la comuna de Caldera. 

Durante su primer gobierno tuvieron lugar las movilizaciones estudiantiles del 2011, que fueron duramente reprimidas por el Ministerio del Interior y que luego llevaron a la salida del ex ministro Rodrigo Hinzpeter. En 2012, el llamado “mejor censo de la historia” falló en contabilizar al 9% de la población, y durante el mismo año debió renunciar Pablo Wagner y, en 2013, Pablo Longueira, por casos de corrupción ligados a SQM y Corpesca, respectivamente.

Para su segundo mandato, Sebastián Piñera tuvo un destacado manejo de la pandemia del Covid 19, gracias a la eficiente adquisición y suministro de vacunas en todo el país. Nuevamente a contrapelo de una parte de su sector, sacó adelante la Ley de Matrimonio Igualitario, y logró regularizar a 300 mil migrantes, aún cuando fuese posteriormente criticado por la instauración de la llamada "Visa de Responsabilidad Democrática” para migrantes venezolanos, luego de una reunión en Cúcuta junto al líder opositor Juan Guaidó. Pero el segundo Gobierno del expresidente Piñera carga también con una sombra difícil de ignorar.

En efecto, Sebastián Piñera le enseñó a la derecha cómo ganar el voto popular, logrando ser el primer presidente de derecha electo desde Jorge Alessandri (1953-1964)

En 2018 tuvo lugar el asesinato a Camilo Catrillanca en Temucuicui por parte de un grupo de operaciones especiales de Carabineros, además de las movilizaciones ciudadanas y protestas del Estallido Social, calificadas originalmente por el expresidente como “una guerra contra un enemigo poderoso”.

Diversos reportes internacionales dan cuenta de 1987 heridos por armas de fuego y 347 personas con traumas oculares producto de la represión policial, que luego llevaron al exmandatario a enfrentar dos acusaciones constitucionales. Años más tarde, el expresidente declararía que a su juicio sufrió un “Golpe de Estado no tradicional”.

No cabe duda que la vida pública y política de Sebastián Piñera Echenique, que trágicamente falleció el pasado 6 de Febrero, tiene episodios dignos de recordar, tal como también tiene capítulos criticables que no pueden ser ignorados, aún en circunstancias de comprensible pesar. Al final, será la historia la que juzgará su legado, pero lo que no podemos hacer es vista gorda de los hechos que marcaron su vida política, incluyendo sus claros, pero también sus oscuros.