La Mujer Fantasma: Obra gratuita, disponible hasta el 27 de junio en Fundación Teatro a Mil

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Nicole Mansilla, Bárbara Vera y Coca Miranda conforman la Colectiva Parlante. Una iniciativa que nació a partir de las ganas de hacer teatro a pesar de la pandemia. La Mujer Fantasma relata la vida de una aseadora que ha limpiado un teatro toda su vida, pero que nunca había sentido tal soledad en las butacas.



En el Ciclo Teatro Hoy de la Fundación Teatro a Mil se estará presentando desde el 11 al 27 de junio, La Mujer Fantasma. Obra que refleja el abandono de los teatros, pero desde la perspectiva de una aseadora. Podrás disfrutar de esta producción con un solo clic y a la hora que más te acomode, ingresando a este enlace.

En Súbela, Nata Valdebenito conversó con Nicole Mansilla, dramaturga y actriz de esta obra, sobre el proceso de creación, sus inspiraciones y cómo ha sido vivir la pandemia desde el teatro.

¿Cómo nace esta idea? ¿Cuándo nace la Colectiva Parlante?

Se llama así porque con Bárbara Vera y Coca Miranda somos terrible buenas pa’ hablar. No sé cómo lo hicimos con la capacidad de hablar que tenemos. Bárbara fue mi profesora en la escuela, y la Coca es una actriz de La Niña Horrible. A ellas se les ocurrió hacer algo y me llamaron. Me contaron que tenían una idea basada en la Matilde que es la aseadora del Teatro Sidarte y solo pensaban en ella como inspiración. Ahí se nos fueron ocurriendo cosas. Tenemos un teatro que está realmente abandonado por el tiempo que lleva cerrado. Hay una persona que va igual a asear un teatro que está abandonado, que no sabemos cuándo se va a ocupar. De ahí nace esta idea y se nos ocurrió hacer esta obra. Me acuerdo que el primer texto fue una cosa bien poética que no sabíamos cómo hacerla, era muy onírico todo. Después fuimos probando cosas y empezó a tomar forma. Después se nos ocurrió que teníamos que grabar el audio porque no vamos a esperar que una estrene algo. Nunca, cachai. No va a ocurrir nunca. Y también es bueno pensar desde ese lugar de reinvención de este trabajo, es bueno pensar que la virtualidad es la vía. Sin negarte. 



¿Cuánto te costó llegar a ti a esa reflexión? Porque me acuerdo que el año pasado cuando empezamos con el teatro por zoom, erai’ de las más duras. ¿Cómo ha cambiado tu percepción sobre el tema? 



No siendo tan dura. Porque yo decía ‘esto es super malo’, pero después te dai cuenta que igual hago lo mismo, igual soy actriz, no hay que ser tan dura con una misma. Y viendo cosas, pero también pensando que era un buen desafío para buscar nuevas maneras de hacerlo, aprender también. Vi cosas que eran malísimas solo pa’ ganar plata, no había ningún amor ni sensibilidad en lo que se estaba haciendo. Encuentro bacán que los actores y las actrices estén haciendo cosas, pero también creo que tiene que haber una sensibilidad. Por eso cuando la Coca y la Bárbara me llamaron dije ‘ya, pero hay que repensar esto como algo bonito’. No pensemos que es la mejor obra o lo que sea. Pero que sea sensible, sólo sensible. Ahí hay mil maneras desde una pantalla. Además, uno tiene que pensar que este formato acerca a la gente mucho más a las artes escénicas. Entonces hay que tener mucha delicadeza. Si bien no es algo que dure horas, tenía que ser bueno, porque una tiene que respetar al público. 

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¿Cómo fue estrenar?

Fue muy bonito porque se sentía como un estreno pero desde la casa. Fue bacán porque la Fundación Teatro a Mil nos invitó a hacer un live antes, como la previa, que fue muy gracioso y entretenido. Después tuvimos la función y luego un conversatorio con la gente. Eso fue muy lindo también, cuando las personas te hablan.


¿Qué decía la gente de esta mujer fantasma?

Estaban muy emocionados porque en el fondo hablamos de un oficio muy invisible en el teatro, que son los aseadores. Y no solo en el teatro, en todas partes. Nosotros donde llegamos está limpio y hay alguien que limpió ese lugar, pero nunca vemos a esas personas. En este caso, en el teatro, esta persona no aparece en la cartelera ni en los créditos. Entonces era muy bonita esa reflexión, independiente de la trama y lo que a ella le ocurre. Pero era bonita esa recepción de gente que llegó a ver la obra porque estaban, no sé, viendo el live de la fundación antes, o porque vieron una publicidad.

¿Cómo fue la reacción de la gente sobre esta persona que no vemos y es muy importante su trabajo?


Se habló de que la mayoría son mujeres que después llegan a sus casas a hacer aseo también. La labor de la mujer como que nunca para en cuanto al orden de un lugar, a la limpieza. Y también, desde que estudiaba actuación, he pensado que las personas que hacen aseo también son gente de teatro. Saben dónde están todas las cosas. Me acuerdo que en la escuela siempre le decía al Sergio, que era el tío de la escuela, ‘oye, tenís una extensión, el foco, no sé qué’. Cuando Sergio no iba nadie sabía nada. Es gente de teatro pero no la nombramos así porque no tienen el cartón. No es sólo limpiar un lugar, también es una sensibilidad. 


Sabemos que no tenemos ministra. ¿Qué ha significado este abandono para ti? Como actriz, ¿Qué ha hecho de ti este abandono? 


Salí el 2018 de la escuela, alcancé a hacer una obra y empezó el estallido. Luego llegó la pandemia, pero me ha servido para mirar desde afuera y no ser tan fatalista. Lo digo personalmente porque el origen a una igual le tira. Estoy en un zoom, no en una casa enorme haciendo obras. Me reinvento como se reinventa mucha gente en la pandemia y no me asusta. Sé que para otras personas es más terrible porque llevan más tiempo y tienen proyectos parados hace mucho rato. Igual para mí ha sido tiempo de escribir y observar, de pensar simplemente en que hay que sobrevivir. Para algunas personas es muy difícil eso- Tengo que pensar cómo voy a vivir, pero también pienso ‘bueno, en algún momento esto se va a acabar y volverá’. Sé que hay una ministra que no está a la altura y que ya no lo va a estar, ya no ocurrió. Entonces, ante esta realidad es mejor ocuparse y decir, bueno, no podemos estar en un sala de teatro pero podemos estar escribiendo, podemos estar haciendo otras cosas para el público. Podemos inventar cosas nuevas, otros lenguajes. 


¿Hay algún horario para ver la obra?

No. Pueden verlo a la hora que quieran y si algo les gustó lo pueden retroceder. Tienen que crear una cuenta que es gratis y así pueden verlo. 

Si quieres ver esta obra puedes clicar este enlace. Y si quieres escuchar la entrevista completa pincha acá abajo: